Con una bala, aún atravesada en su pierna, J.P. identificó a S.M., uno de los dos sujetos que intentaron robarle su QRZ, taxi quiero decir.
El taxista quedó herido luego de forcejear con dos sujetos, que se subieron a su unidad en Sangolquí y que le pidieron que les haga una carrera hasta la población de San Miguel.
J.P., desde una camilla del Hospital Eugenio Espejo, le dijo al agente, que S.M. viajaba a su lado y que esté ayudó a la persona, que viajaba en el asiento posterior, en el asalto.
Fuente: Ecuavisa
lunes, 25 de octubre de 2010
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